Apliques de todas las formas y colores.
Las luces montadas en la pared son adecuadas para múltiples aplicaciones; focos para iluminar un objeto o crear un juego de luces interesante, para dividir ópticamente un gran espacio o como iluminación indirecta. Ellos dirigen la luz hacia el techo, donde se difunde en la habitación y crea una atmósfera o luz de fondo .
Con los apliques de pared, puedes iluminar un cuadro en el salón, resaltar una escultura o una pequeña estatua, o iluminar un espejo en tu baño. Las lámparas de pared con iluminación indirecta son adecuadas en las paredes de los dormitorios o en el comedor como luz adicional. La luz principal en el comedor definitivamente debe ser más prominente y dominante que las luces de pared, que están diseñadas para ser discretas. Algunas de ellas, las lámparas de yeso, incluso se pueden volver a pintar para que se mezclen lo máximo posible con las paredes. De hecho, sólo percibimos el rayo de luz y el estado de ánimo que la luz crea.
